Tarot
Tarot es un juego de naipes compuesto por 78 cartas. A cada carta se le denomina comúnmente como arcano.
La baraja se puede clasificar en dos grupos claramente diferenciados: arcanos mayores y arcanos menores.
Arcanos mayores
Los arcanos mayores se componen de 22 cartas de la baraja, que se distinguen notablemente del otro grupo por contener casi todos representaciones de figuras humanas. Muchos videntes suelen usar únicamente este grupo para realizar sus predicciones. Yo, Loli Álvarez, entraría dentro del grupo de tarotistas que preferiblemente me gusta utilizar sólo este tipo de arcanos.
Mucho se dice sobre este grupo de cartas y lo que representa, siempre relacionado con la evolución del hombre y su naturaleza, caminos iniciáticos, y así sucesivamente.
Además de para predecir el futuro, este grupo de cartas suele ser usado por muchos para el ejercicio de rituales y para practicar la meditación, empleando la imagen de cada carta en función de su significado, del objetivo del ritual o de la orientación que se le quiera dar al proceso de meditación.
También suele ser un recurso usado por otros, por personas más escépticas, por decirlo así, y que pueden no tener nada que ver con el esoterismo, ni tan siquiera creer en ninguna de sus teorías, personas que usan la simbología de los arcanos para el desarrollo de la creatividad, mediante juegos y ejercicios mentales, dada la riqueza de la simbología que suele ser usada para representar estos naipes.
Los arcanos mayores aparecen numerados con números romanos, excepto la carta de "El loco", que no tiene número; y los nombres de las cartas o arcanos que los componen, con sus correspondientes números (entre paréntesis) son: El loco, El mago (I), La sacerdotisa (II), La emperatriz (III), El emperador (IV), El papa (V), Los amantes (VI), El carro (VII), La justicia (VIII), El ermitaño (IX), La rueda de la fortuna (X), La fuerza (XI), El colgado (XII), La muerte (XIII), La templanza (XIV), El diablo (XV), La torre (XVI), La estrella (XVII), La luna (XVIII), El sol (XIX), El juicio (XX) y El mundo (XXI)
Arcanos menores
Los arcanos menores nos resultarán más familiares si nunca hemos visto un tarot antes, pues están compuestos de cuatro palos, como ocurre en la Baraja Española, y los palos son idénticos: oros, copas, espadas y bastos.
Cada palo se compone de 14 naipes. Por tanto, los arcanos menores suman un total de 56. Los primeros 10 son iguales que en el caso de la Baraja Española, con un número de elementos del palo igual número de la carta. Los cuatro restantes, llamados de cortesía, vienen representados por figuras humanas y son: la sota (o paje), el caballo, la reina y el rey.
En la interpretación de una tirada de cartas, mientras los arcanos mayores toman un papel más trascendental, los arcanos menores se relacionan más con el día a día del individuo, con lo cotidiano y sus relaciones con el entorno y con los demás. Podríamos decir que se centran más en el plano terrenal.
Son cartas que suelen ligarse intensamente a la numerología y sus teorías, de modo que cada naipe engloba el significado del número al que representan, enriquecido por otras cuestiones como el palo de que se trate y la combinación con otras cartas. Las cartas de cortesía suelen estar más alejadas de la teoría numerológica y más asociadas directamente al aspecto del personaje que las representa.
Hay muchas versiones o modelos de tarot que se usan actualmente, prácticamente innumerables. Sin embargo, los dos modelos que parecen ser los de más renombre son: el Rider Waite y el Tarot de Marsella.
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